lunes, 30 de diciembre de 2013

Ya sé que soy Madre Cuervo...



Ya sé que soy mamá cuervo, y... mamá aprehensiva, y... mamá sobreprotectora, y... bueno, para qué seguir, yo lo sé, pero realmente eso es malo? si lo único que una quiere es que sus hijos estén a salvo de todo (que yo sé que es una exageración, pero es inevitable) que ni les dé el aire, creo además que no se nos debe culpar, si un pedacito de ti, puede correr peligro; sé también que es indispensable darles las armas necesarias para que tomen las decisiones correctas y sepan cómo actuar, el hacerlos personas de bien, bondadosas; tal vez con nuestros cuidados exagerados perdemos de vista eso, y no los dejamos despegar como es debido para que finalmente emprendan el vuelo a su destino, pero créanme que es muy difícil dejarlos, no es falta de confianza de las decisiones que tomen, es más bien, quererles evitar ciertos sufrimientos; si, ya sé que nadie experimenta en cabeza ajena, pero es muy difícil dejarlos, finalmente siempre serán nuestros bebés, aquellos pedacitos de uno, que dependían totalmente de nosotros, y crecen tan rápido, y en un suspiro pasa el tiempo, que finalmente no nos damos cuenta en qué momento hay que dejarlos... soltarlos a su libertad... espero que, como madre, esté haciendo las cosas bien, y le pido a Dios que me ilumine y me ayude a dejarlos ir, con la confianza de que todas las bases que les di fueron las correctas, que Dios me ayude a darles su espacio... eso, eso es lo que una mamá siempre quiere...

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